Hace unos días cayó en mis manos una crítica del reciente estreno de primer largometraje de Nacho Vigalondo “Los cronocrímenes”. No era muy positiva, y me dio pena. Pena porque Nacho Vigalondo es… como de la familia. El nombre de este cántabro lo oí por primera vez el pasado diciembre y ya se quedará para siempre en mi mente en forma de música, interpretación y planos, muchos planos. Que nos lo digan a los que entonces estábamos en 4º. Nuestro profesor de Teoría de la Comunicación Audiovisual (cómo lo vamos a echar de menos este curso) nos propuso una nueva práctica para después de las vacaciones: transcribir el guión técnico de “7.35 de la mañana”, nominación en 2004 al mejor cortometraje. Tuvimos que visionarlo tantas veces que cualquiera de nosotr@s puede cantar e interpretar íntegramente la famosa canción. "A las 7.35 de la mañana" fue la música de fondo de las Navidades de 2007, que nunca olvidaré. Pienso en esos días y de entrada, la sensación que recuerdo es de un stress agobiante mezclado con múltiples escenas: la cena de navidad, con Javi, el delegado, tirando de la imagen de Payá, candidato a rector; los continuos mail con Paco y Ana a fin de decidir y armonizar nuestro programa para Guión; las fotografías de la revista Esfera para Patrimonio; me veo quedando con Javier para intercambiar apuntes de Espectáculo por películas de Cine Español; y a las 9.00 am del 1 de enero en la puerta de El Corte Inglés con Cristina y Sonia, pero no para las rebajas que empezaban ese día sino en espera de que Emilio nos condujera a su “Chimenea” donde estuvimos todo el día acordándonos de Armando y sus encuestas; etc, etc… y siempre, de fondo “Aa laas sieete, trentaicinco, de laa ma-ña-na” , o la imagen del tipo preguntándose “Entonces que demonios, provoca esta sonrisa…” y su inolvidable gesto de concentración ante el cliente que leía “Por qué no te acercas y le hablas”.
La verdad es que Nacho Vigalondo estuvo muy bien en ese trabajo, tan creativo, original, con tan pocos medios. Claramente mereció su premio.
Por esto y por quedar su obra unida a unos magníficos compañeros y a un tiempo entrañable, miro con cariño a “Los cronocrímenes” a pesar de los pesares. Vayas o no vayas al estreno, no dejes de pinchar aquí para disfrutar de unos minutos geniales.
Por esto y por quedar su obra unida a unos magníficos compañeros y a un tiempo entrañable, miro con cariño a “Los cronocrímenes” a pesar de los pesares. Vayas o no vayas al estreno, no dejes de pinchar aquí para disfrutar de unos minutos geniales.