martes, 16 de septiembre de 2008
INTERACTIVIDAD DIGITAL
EL TIEMPO PRESENTE
"Nunca he entendido por qué al tiempo presente se le valora tan poco y en cambio sí al pasado y al futuro. En cuanto a la felicidad, ésta parece siempre situarse en tiempos pasados o parece que se dé en tiempos venideros, pero con raras excepciones la localizamos en el presente. Miramos hacia atrás o hacia delante, y lo que está ante nuestros ojos nos pasa inadvertido. Vivimos de recuerdos o de expectativas sin disfrutar del presente con la intensidad que deberíamos. Al menor descuido nos fugamos del presente a través de los recuerdos o de quiméricos ensueños. Por eso se hace necesario atenerse a la realidad presente (también al tiempo presente) que es nuestro espacio vital así como el momento en que nos corresponde ser protagonistas.
Si un hombre o una mujer no se sienten contextuados en su tiempo, son unos fracasados. Es muy sospechoso pensar que cualquier tiempo pasado fue mejor e ingenuo suponer que en el futuro no habrá males. De ahí que debamos comprometernos con nuestro tiempo y, de algún modo, enamorarnos de él, porque su somos hiperactivos nos faltará entusiasmo para involucrarnos. (…)
Una de las causas que nos lanzan a proyectarnos hacia el futuro es la ansiedad, alimentada por el estilo de vida donde los espacios y los tiempos son agrandados hasta límites superiores a los que la condición humana puede tolerar. Siempre es posible más hasta que un día ya no es posible hacer nada. (…) Algo habrá que hacer, pues, para tomarle la medida al tiempo presente y enamorarnos de él".
Martí, M.A., El tiempo, Ediciones Internacionales Universitarias